Iglesia de Santa María de la Horta

Magna construcción perteneciente a la orden hospitalaria de San Juan de Jerusalén, fue la casa madre de su demarcación en la corona de Castilla hasta 1537, cuando se destinó a convento femenino que albergó y una comunidad procedente de Fuentelapeña, custodiando el archivo en su torre hasta fines del siglo XIX. Consta de nave única que data de fines del siglo XII, con tres tramos cubiertos de ojivas, presbiterio recto y cabecera semicircular. Las cornisas, con sus arquillos trilobulados y sus modillones en forma de pirámides invertidas, guardan notable similitud con la catedral y la colegiata de Toro. El edificio fue ampliado con una potente torre de tres cuerpos instalada a los pies y varias capillas adosadas hacia el lado meridional con funcionalidad funeraria (una de las mismas, cubierta con crucería estrellada, data de 1495 y sirvió como enterramiento de Juan de la Vega, criado y macero de los Reyes Católicos). Hacia el norte, donde estuvo instalado el claustro y las dependencias monásticas, se alzó una fábrica de alcohol hasta que fue habilitado como establecimiento hostelero.